Alicante no es una ciudad monumental, pero tiene un imán que atrae a los visitantes y no son pocos los que deciden quedarse a vivir. ¿Dónde está entonces el secreto? Pues en sus más de 300 días de sol al año, su estupenda gastronomía – arroces, marisco, pescados, verduras – sus playas, sus fiestas y el pequeño tamaño de la ciudad, con un bonito centro histórico que puedes recorrer a pie. Todos estos factores hacen que la calidad de vida alicantina sea de las mejores de España
En lo más alto del pequeño monte Benacantil se encuentra el monumento más emblemático que ver en Alicante.
El Castillo de Santa Bárbara domina el centro de la ciudad y la bahía de Alicante desde las alturas. Su origen se refleja en el curioso perfil del monte Benacantil. Cuando lo miras desde cierta distancia, se asemeja a la cara de un guerrero árabe. Es por ello que se le llama “La Cara del Moro”.
Puedes subir al Castillo de Santa Bárbara en coche, caminando o en ascensor. Te recomendamos que lo hagas caminando, atravesando el bello barrio de Santa Cruz alicantino. No puedes marcharte sin presenciar un atardecer desde sus almenas: es una de las panorámicas más bellas que ver en Alicante. Nada que envidiar a los mejores castillos de España
Comienza en las faldas del monte Benacantil y es el mejor camino para subir al castillo de Santa Bárbara.
A su maraña de calles estrechas, se asoman casas bajas y de fachadas blancas, haciendo destacar aún más el colorido de las flores que adornan los estrechos balcones. En ellas se mezclan artistas, bohemios y los alicantinos de toda la vida.
Además, en las calles más cercanas a la neurálgica Rambla Méndez Núñez se encuentra la zona de marcha más antigua de Alicante, con pequeños pubs de todo tipo en los que puedes encontrar gente entre 18 y 50 años.
El mejor momento para visitar Alicante es durante sus fiestas mayores, las Hogueras de San Juan.
Los días oficiales son del 20 al 24 de junio, aunque se empieza a caldear el ambiente con las primeras mascletàs en la céntrica Plaza de los Luceros desde el día 18. Es complicado describir con palabras lo que se siente en Hogueras y es normal que lleguen más de 1 millón de visitantes para conocerlas. Es una mezcla de pólvora, música, bebida, comida, monumentos, fuego, buen rollo, alegría, folclore, desfiles, tradición, fiesta, playa… Y todo ello en la calle y con una temperatura excepcional.