Calais es el primer puerto de viajeros de Francia. Su rico patrimonio histórico y cultural convierte a esta ciudad de la Costa de Ópalo en una visita ineludible de Paso de Calais.
La ciudad ha conservado de su pasado múltiples joyas arquitectónicas, como por ejemplo el edificio del Ayuntamiento. Es de estilo neoflamenco, y en él podrá observar todos detalles de inspiración Tudor. Posee una gran escalera, magníficas vidrieras y un campanario de 75 metros de altura patrimonio de la UNESCO, que contiene un reloj con cuatro esferas y un carillón. Justo enfrente del ayuntamiento se encuentran los "Seis Burgueses de Calais”, una espléndida escultura de bronce de Rodin.
La iglesia de Nuestra Señora es un edificio del siglo XIII cuya parte alta de la nave, el coro y el campanario fue construida por obreros flamencos. Otro edificio destacado es la torre de Guardia del siglo XIII, un antiguo sistema defensivo de 35 metros de altura, que además es el monumento más antiguo de Calais.
Situado fuera de las fortificaciones de la ciudad, el barrio marítimo es un barrio histórico cuyos dos emblemas son el estanque del Paraíso y la plaza de Minck.
En lo que respecta a la cultura, el museo de Bellas Artes posee una gran colección de pinturas, dibujos y esculturas de entre los siglos XVI y XXI. Y no podemos olvidar una de las tradiciones destacadas de la región: el encaje. Para profundizar en esta tradición que se remonta a finales del siglo XVIII diríjase a la Ciudad Internacional del Encaje y de la Moda, que le permitirá descubrir el pasado de la industria del encaje de la ciudad, Calais fue también zona de enfrentamientos durante la Segunda Guerra Mundial.
Una historia narrada a través de objetos y fotos en el Museo de la Memoria 39-45, situado en un antiguo puesto de mando y comunicaciones de la Marina de Guerra Alemana. Sepa que el faro de Calais, que data del siglo XIX, resistió las dos guerras mundiales. Los 271 peldaños le conducen hasta lo alto para disfrutar de la vista incomparable de la ciudad, el mar y las costas inglesas.
Una vez realizadas todas estas visitas, la explanada que bordea la playa de arena fina es el lugar perfecto para descansar y dar un paseo, Esta larga playa se extiende hasta el espectacular cabo de la Nariz Blanca