Unico pueblo de las Cinco Tierras que no está en contacto con el mar
Corniglia, único pueblo de las Cinco Tierras que no está en contacto con el mar, surge sobre un promontorio rocoso. Sus casas, bajas y anchas, se parecen más a las del interior que a las típicas construcciones costeras, como testimonio de que la tradicional vocación del pueblo desde siempre se ha dirigido más hacia el interior que hacia el litoral. El monumento más importante del pueblo es la Iglesia de San Pietro, de estilo gótico-genovés, edificada entorno al 1350 sobre los restos de un precedente edificio. Su fachada, enriquecida con un rosetón de mármol, está adornada con muchas decoraciones, entre las cuales se encuentra un bajorrelieve que representa a un ciervo, el emblema del pueblo. También son interesantes el Oratorio de los Disciplinados, que se remonta al S. XVIII, y desde donde se disfruta de una impresionante vista sobre el mar, y la plazuela Taragio, plaza principal de Corniglia, la verdadera alma del pueblo.