Cascais, una ciudad costera a unos 32 kms al oeste de Lisboa, fue una vez un pueblecito de pescadores, pero sus idílicos paisajes atrayeron la atención de artistas, escritores y nobleza europea expulsada en el siglo XX. Todavía hoy atrae a la alta sociedad, pero todo el resto del mundo viene también a disfrutar de sus preciosas playas y de las posibilidades de aventura que ofrece, como vela y surf.
El museo Conde de Castro Guimarães, antes un palacio, está ahora abierto al público y exhibe una impresionante colección de arte y artifactos.
Cascais nació como pueblo pesquero, pero, actualmente, las terrazas, los restaurantes y el comercio animan la bahía y el centro histórico.
En un primer paseo podrá sentir la conexión con el mar y el espíritu tranquilo de los habitantes de Cascais. Los palacetes del siglo XIX y principios del XX, de carácter aristocrático, son, en la actualidad, espacios culturales y de ocio, que permiten conocer más sobre la historia de esta población.
Como el Museo de los Condes de Castro Guimarães, la Casa de Santa María, el Faro de Santa Marta o el Museo del Mar - Rei D. Carlos. Muy cerca de este último, debemos fijarnos en la Casa das Histórias de Paula Rego, un edificio contemporáneo de arquitectura muy peculiar, en el que se encuentra parte de las obras de esta artista portuguesa y que merece la pena visitar. Justo a la orilla del mar, en uno de los puntos más altos, vemos el Palacio de la Ciudadela, casa del antiguo gobernador de Cascais y que el rey Don Luís eligió como su residencia. Actualmente depende de la Presidencia de la República Portuguesa.
Desde el lado que da al mar se puede ver el puerto deportivo de Cascais.
Obviamente, la proximidad del Atlántico siempre ayudó a mantener viva la tradición de la pesca y de los deportes náuticos, entre los que destaca la vela. Las condiciones del puerto deportivo de Cascais, el mar tranquilo, el clima, las playas y el patrimonio son razones más que suficientes para que muchos navegantes pasen aquí sus vacaciones y para la celebración de frecuentes regatas, ya sean recreativas o de competición.
A pesar de su proximidad al mar, uno de los aspectos que llaman la atención, y que se debe al microclima de esta zona, es la existencia de mucha vegetación y espacios verdes, como el Parque Marechal Carmona. No se olvide de que nos encontramos en una parte del Parque Natural Sintra-Cascais.
En el límite norte de la población, la Boca do Inferno (Boca del Infierno) es uno de los lugares más visitados. Se trata de una impresionante formación rocosa en la que podemos observar la fuerza de la naturaleza y del mar. Más adelante se encuentra el Fuerte de São Jorge de Oitavos y, a unos 10 km, la playa de Guincho, otro escenario marítimo que nos espera para degustar una buena comida compuesta por pescado fresco o marisco.
Es uno de los principales destinos de surf y windsurf de la costa portuguesa y forma parte de campeonatos mundiales.
Cascais y Estoril también son conocidos por el golf. Los diferentes campos existentes se encuentran entre los mejores del mundo y forman parte de campeonatos internacionales. Ofrecen una experiencia de calidad, con distintos niveles de destreza así como desafíos exigentes, en un ambiente agradable durante todo el año.