Que ver en Ancona turismo, playas y mucho más, Ancona es una ciudad y puerto en Marcas, una región del centro de Italia. Está situada en la costa del mar Adriático y es el centro de la provincia homónima y capital de la región. La ciudad se localiza 210 km al noreste de Roma y 200 km al sureste de Bolonia.
En este artículo conoceremos un poco más sobre Ancona turismo, playas y mucho pero mucho más. Se encuentra justamente entre las laderas de los Montes Conero, Astagno y Guasco, en el que se eleva el Duomo. Se dice que este último, dedicado a San Ciriaco, ocupa el antiguo sitio de un templo de Venus, quien es mencionada por Catulo y Juvenal como la deidad tutelar del lugar. Ancona quedó muy dañada a causa de la guerra y los terremotos, y tiene varios monumentos situados entre una serie de edificios comerciales.
El centro moderno es una cuadrícula de grandes avenidas y plazas sombreadas por palmeras, mientras que la zona que rodea la estación de ferrocarril, con sus hoteles baratos, llamativos restaurantes chinos y pesados camiones que van y vienen del puerto, logran abrumar al visitante. Sin embargo, como se trata del mayor puerto del mar Adriático, constituye un práctico punto de partida hacia Grecia y Croacia.
Los transbordadores hacia Grecia y Croacia parten de la Stazione Marítima, situada a dos kilómetros al norte de la estación de ferrocarril, cerca del centro de la ciudad. La oficina de turismo en Ancona proporciona los horarios y cada línea dispone de su propia taquilla; los precios de los billetes dependen de la velocidad del crucero, se recomienda reservar con antelación.
La principal terminal de autobuses es Piazza Cavour, de donde salen autobuses regulares a la estación de ferrocarril, que se halla en piazza Rosselli. La Stazione Maríttima está comunicada con la estación de ferrocarril por autobuses. Hay autobuses regulares que recorren la costa desde la estación de ferrocarril hasta el puerto, pasando por el Lazzaretto de forma pentagonal, construido en el interior del puerto durante el siglo XVIII para albergar a los inmigrantes en cuarentena, uno de los lugares de Ancona turismo más visitados.
En la cabecera del puerto de Ancona se encuentra el arco di Traiano, edificado en honor del emperador Trajano. Detrás está el Arco Clementino, que mandó a levantar el ególatra papa Clemente XII, que convirtió Ancona en puerto libre en el siglo XVIII. Via Marconi y su prolongación, via XXIX Settembre, recorren la costa en línea recta desde la estación de ferrocarril hasta el puerto y el centro de la ciudad. Via XXIX Settembre acaba en las vecinas piazzas Kennedy y della Repubblica, desde la cual las tres avenidas paralelas del centro moderno –corso Stamira, corso Garibaldi y corso Mazzini- conducen cuesta arriba a piazza Cavour, mientras que via della Loggia va por encima del puerto hasta las callejuelas del casco antiguo.
En una colina abrupta que da al puerto se encuentra el Duomo románico de la ciudad. Lo que queda de la antigua Ancona Italia se extiende a sus pies, y remontar la colina es la manera más agradable de pasar el tiempo hasta que parta el transbordador.
Al pie de la colina está la Piazza della Repubblica; desde allí, la via della Loggia conduce más allá de la Loggia dei Mercati, cuyo esplendor gótico se puede apreciar ahora que han sido eliminadas las capas de mugre; bajo sus ventanas elaboradamente talladas se aprecian las imágenes de dignatarios y caballeros medievales. Al volver a piazza della Repubblica y girar a la izquierda por corso Mazzini, se encuentra una larga fuente del siglo XVI con trece surtidores en forma de cabeza de las que brota el agua. Igualmente atractiva es la iglesia románica de de Santa María della Piazza, cuya fachada es una fantasía de arcadas ciegas y en cuya puerta hay tallas de figuras robustas y elegantes pájaros.
Detrás de la iglesia, en via Pizzecolli, se encuentra la Pinacoteca Comunale.
Más allá de la galería se alza la iglesia de San Francesco delle Scaled, cuyo nombre se refiere a la escalinata que conduce hasta ella.
El Museo Archeologico, situado colina arriba, es un buen lugar para pasar unas horas, sus curiosos cielos rasos con molduras dominan una serie de piezas, desde espléndidas vasijas griegas con figuras rojas y negras hasta joyas doradas. Más allá de los restos de un anfiteatro romano, ahora rematado por edificios destruidos a causa de los terremotos, se sube hasta el Duomo o San Ciriaco, de color rosa y blanco. Aunque en gran parte está construido en un discreto estilo románico, las estilizadas columnas de la puerta –algunas lisas y otras salomónicas y talladas- lucen una exuberancia gótica.
El interior tiene planta de cruz griega, alegrada por una cúpula que desde abajo parece un paraguas alargado. Sin embargo, el objeto más destacado es una cancela situada en el límite del elevado transepto derecho, en una de cuyas secciones hay tallas de águilas, pájaros fantásticos y cigüeñas en medio de un árbol; en la otra aparecen santos.



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